Vean esta excelente infografía que muestra cómo Mark Zuckerberg y su equipo han modificado paulatinamente las opciones de privacidad de la información de sus usuarios.
Lo preocupante es que a nadie nos han enseñado a usar Facebook. Por esto, los más alarmistas -y con razón- han llamado a retirarse de la red social.
Para ir más allá y por los problemas entre lo público y lo privado, les recomiendo leer este brillante post (en inglés) del periodista Jeff Jarvis que acusa una confusión sobre «lo público».
I will argue that we face choices today about keeping something private or sharing it with our public or with the public at large and that we need to see the benefits of sharing—the benefits of publicness—as we make that calculation. I will argue that if we default to private, we risk losing the value of the connections we can make today. I will argue that we need institutions—companies and governments—to default to public. And I will argue that the more we live in public, the more we share, the more we create collective wisdom and value. I will defend publicness. But I will also defend privacy—that is, control over this decision.
Yo sigo en Facebook, pero cuido todo lo que comparto con mis amigos y con la red. En todo caso Zuckerberg puede estar cavando su propia tumba si sigue así. ¿Qué creen ustedes? Al fin y al cabo, algo hizo que cayera el Imperio Romano…