Usa tu cráneo como amplificador de señal

Ayer fui a un cumpleaños: piso 18 y la alarma de nuestro auto no paraba de sonar. La odio. No me hacía gracia bajar a apagarla y me acordé de un truco.

La dueña de casa me acompañó al balcón y le demostré que desde ahí no alcanzaba a apagar el sonido que, según el conserje vía citófono, tenía aburridos a los vecinos (con justa razón).

Después puse el control remoto de la alarma detrás de mi mentón, apreté el botón y misteriosamente, el auto dejo de sonar. ¡Magia! La dueña de casa dio fe de que el experimento era verdadero.

De las casi 15 personas que ahí había (incluyendo un ingeniero al que dejé pensando) ninguno había visto el video que había al respecto en Internet y, por lo mismo, decidí que quizás no mucha gente lo ubicaba (uno da por conocidas cosas que a veces no lo son). Por eso, lo posteo hoy aquí: de antena, amplificador o de lo que sea, nuestra cabeza permite el mayor alcance de la señal.