Decepcionado de LinkedIn y sus atentados a la Usabilidad

LinkedIn se está popularizando a pasos agigantados. Ya no es raro ver personas de todos los rubros (no solamente los geeks) con sus perfiles bien creados, un montón de conexiones y exprimiendo al máximo esta red social profesional (y laboral).

Yo la uso hace un par de años y me ha servido para hacer contactos y enterarme del quehacer laboral de amigos y colegas. Sin embargo, en el último tiempo he notado una molesta tendencia a preocuparse más de que los clientes usuarios compren una cuenta pagada en vez de centrarse en brindar una buena experiencia de usuario.

Cada vez veo más anzuelos recordándome que estoy usando la versión «básica», casi como diciendo que estoy «out», atrasado o que es hora de actualizarme. Lo considero molesto e invasivo. Si decido utilizar un sitio Web es porque sus contenidos o servicios me sirven, y lo primero que quiero ver en mi perfil es información relevante para mí, no ofertas forzadas como se aprecia en la siguiente imagen:

Pero el peor cambio de LinkedIn está en el acceso. Ahora debo pasar por un obstáculo más para poder entrar a «mi propia casa«. Me obligan a descifrar y escribir un maldito captcha, con la pérdida de tiempo que eso implica:

Ya me he enterado de algunos usuarios bastante irritados y complicados porque simplemente no entienden esta funcionalidad y además porque muchas veces ni siquiera saben cómo cambiar la imagen por otra, en caso de no entender los garabatos presentados. Algunos se han mudado a la red Xing, tal vez su competencia más fuerte. Mientras tanto, yo espero impaciente a que los genios de LinkedIn entiendan que sí quiero usar el sitio, pero en paz.