Twitter no es un servicio cerrado de mensajería. Que eso quede claro. Cada vez que recibo un nuevo follower, me fijo en sus últimos 10 tweets. Para seguirlo de vuelta, y aquí me sincero, debe ser un usuario que vaya a aportar algo interesante a mi línea de tiempo. Si todo lo que veo son replies o RTs, es decir nada «de su cosecha» y autoría, lo descarto de inmediato.
«Pero tú también chateas, @Chuqui«, me han dicho. Es cierto, pero no es el uso principal que le doy a una herramienta tan útil y poderosa como Twitter. Sería un desperdicio. Tampoco es mi intención dictaminar qué cosas puedes o no puedes hacer con tu cuenta, ya que lo más importante es la libertad: cada uno usa la herramienta a su antojo.
Sin embargo, ten en cuenta que lo más probable es que a nadie le interese enterarse que le enviaste un DM (mensaje directo) a otro usuario, que le estás diciendo «Ok» a otro, o que le estás respondiendo a algo cuyo contexto no podré entender. ¡Para eso existe el chat! Obviamente no hay que ser tan estricto. Yo también digo «Ok», doy las gracias e interactúo cuando corresponde, pero los invito a no abusar de eso. Si no están de acuerdo, vean la siguiente imagen de un usuario que utiliza Twitter como si fuese un chat y díganme: ¿les sirve de algo toda esa basura información?
¿Qué otros hábitos les molestan en Twitter?